3 de diciembre de 2009

Saturada

De pronto así me siento, sin inspiración. Estas semanas fueron de mucho trabajo en la oficina, me dejaban muy desgastada y reflexionando siempre lo que en realidad deseo hacer. Traigo una lucha interna entre lo que necesitamos como familia, lo que estoy haciendo en estos momentos y lo que quiero hacer en un futuro a mediano plazo de forma personal, como mamá y pareja.
Ayer alguien me preguntó ¿ Y Fabián cómo está? ¿Ya encontro trabajo? Mi respuesta fue que no, que eran situaciones complicadas, mucha tensión en el ambiente pero que tratabamos de adaptarnos a las circuenstancias. Después le dije: "Dejaré que el viento nos lleve como lo hace con las hojas de los árboles" por un tiempo... después volverá la histeria habitual.
Lo cierto es que atravesamos un momento complicado en todos los sentidos y por supuesto mi hijo no está excluido de esto, antier mientras lo preparaba para su baño me preguntó: Mamá, ¿estás enojada? le dije que no... después me dijo ¿Y con mi papá? mi respuesta fue que no. Sentí horrible que Emiliano preguntara eso, por que a su corta edad es tan perceptible a todo lo que hay a su alrededor que aunque quiera negar las circunstancias; son más que evidentes.
Y no es que precisamente esté enojada con su papá, pero aveces siento que nuestros rumbos se desvían en ciertos periodos de tiempo, aunque por otro lado creo que lo importante es llegar a un mismo fin independientemente de los medios, simplemente tenemos esa incertidumbre que no en todas las ocasiones es agradable; en las que hay que definir rumbos personales que siempre están conectados con los familiares y eso me ocasiona mucho, muchísimo conflicto.
Sé que esto es temporal, siempre trato de aplicarme en mi faceta optimista y decir: "Siempre vendrán tiempos mejores". Por lo pronto, nos preparamos para el fin de semana, Emiliano está super emocionado con las luces del árbol, su sonrisa siempre es gratificante y me motiva siempre a seguir adelante.

3 comentarios:

Centro la Milpa dijo...

Ceo que te entiendo bastante, hay mucho desgano en el aire.
Y está triste cuando los pequeños empiezan a participar de la relación de los padres así, me pasa también.
Un abrazo.

Elena dijo...

T comprendo al 100,de repente ver q los peques tan chiquitos,tan puros,tan naturales ya perciben situaciones complicadas es bien fuerte.

En lopersonal yo platico mucho con Max,ya q el es quien con verme ya adivino mi estado de animo,le explico por q estoy molesta/triste/enfadada,siempre en palabras q el comprenda y sin alarmarlo =)

Un beso,veraz q poco a poco las cosas llegan a su sitio,mientras tanto mucho apoyo y comprensión =)

Vanyvalu dijo...

Que conflicto, el otro día leí en twitter la situación tan tensionante y desagradable que estabas viviendo en tu trabajo en ese momento, sólo puedo imaginar las dificultades que estás enfrentando ante la imposibilidad de cambiar de trabajo así como así, el incremento de tus responsabilidades y bueno, todo va sumando. Lo más difícil es cuando los peques hacen patente nuestra propia desazón. Te acompaño B, aunque sea con las mejores intendiones y un verdadero deseo de que todo vaya tomando su cauce y pueda volver a uno fluido, placentero y feliz para tí y tu familia.
Te abrazo!