19 de julio de 2011

De los hijos... extrañando a Emiliano

Hace poco mis padres vinieron de visita, Emiliano se pone particularmente eufórico con verlos, se le olvida casi cualquier cosa cuando está cerca de ellos y eso honestamente, me hace sentir muy feliz. 

Después de convivir un poco en casa de las hermanas de mi padre, fuimos a dejar a una de mis tías y en el camino ella comentaba de lo difícil que es saber que su hijo (tiene 13 años) ya no es un niño y de que tarde o temprano el emprenderá el vuelo y buscará sus propias experiencias. Mencionó,  que bajo esa circunstancia aveces le daba por sentirse sola, hasta que se dio cuenta de que tenía que hacer algo exclusivamente para ella, así que busco actividades hasta encontrarse con un grupo de más personas que comparten el hacer ejercicio y lo hacen juntos, clases de aerobics, algún cuursillo o quizá hasta alguna manualidad. Entonces llegó el recelo del hijo, le reclama falta de atención hasta hacerla sentir mal y desistir de sus actividades o espaciarlas, al hijo le argumentaba que ella también tenía el derecho de hacer otras actividades ajenas a la maternidad, que necesitaba distraerse y darse ese tiempo. Hasta que entendió y de pronto me di cuenta también de algo: de que aveces en nuestro rol de querer abarcar todo, se nos olvida la cosa más importante: nosotras mismas. 

Así que le comenté a mi tía y a mis padres: mi meta con Emiliano es formar un niño independiente, libre, sin temor a arriesgarse o con temor... pero siempre con la conciencia de que hay algo después que se puede superar. Su papá y yo le estamos tejiendo unas alas enormes y no se cuanto me durará el gusto de tenerlo cobijado en mi casa, me gustaría que fuera una eternidad, pero también entiendo que él quiere explorar otras cosas por él mismo y que él al igual que todos los que estamos aquí... tiene el derecho de tener sus propias experiencias. Y que por lo tanto... yo también estaba dedicada a pensar de vez en cando en mi, en hacer lo que me gusta sin culpa, si temor (aveces) de que mi hijo me lo reproche y con toda la confianza del mundo en que al final del camino, él sabrá entenderme un poco. Obviamente vinieron un poco las negativas, me cuestionaban ¿cómo era posible que una madre de un niño de 4 años pensara en este momento de su vida que se podían separar? 

Y no es que lo esté pensando todo el tiempo, pero también se que algún día llegará.  Por lo pronto yo lo disfruto en estos momentos, cuando sus manitas rodean mi cuello y me besan, cuando después de una larga jornada de trabajo él siempre me recibe con una sonrisa tan confortante y con eso me basta. La entrega es intensa por que creo que así tiene que ser la parte del disfrute con los hijos. 
Hoy lo extraño muchísimo por que decidió quedarse unos días en casa de mis padres, alejado de la Ciudad, con mucho contacto con la tierra , lo escucho hablar y lo siento tan feliz, tan pleno que me contagia... y me hace seguir con éstas fuerzas. 

2 comentarios:

La Chili dijo...

Te comparto entiendo en la distancia te abrazo.
Yo pienso todo el tiempo en cuando se vaya, me gusta cómo me dice que nunca se va a separar de mí, siempre va a querer que duerma con él y yo le digo que luego que no va a querer y a él le parece extraño.
Siempre lo acompaño, para que él me indique cuando está listo para hacer algo por si mismo, y a la vez siempre lo aliento pero nunca lo empujo.
Yo disfruto de tenerlo cerca y disfrutaré de tenerlo lejos.
Hago cosas que me gustan ahora, o que puedo, pero siempre él es primero, porque es un niño y hay que garantizarle las mejores oportunidades, porque para eso lo tuve, aunque pienso que cuando hay más personas en el equipo de crianza hay más espacio para alguna vez ir al cine o algo así, pero él es parte de mi vida, no necesito separarme de él para poder tener mi vida. Y todo es proceso, y celebraré también mi soledad, como siempre lo he hecho, porque amo mi vida secreta.
Un abrazo.

Vanyvalu dijo...

Me encanta leerte Bety en tus andares, en tus vivencias, me imagino tu sentir y lo entiendo desde mi perspectiva y admiro y reconozco el valor y el amor que requiere soltar al ser más preciado para dejarlo experimentar lo que él ama y desea.
Abrazos grandes y cuéntanos qué haces para tí, para nutrirte y acompañarte :)

Y Chili, este comentario tuyo me gustó tanto, me emociona tu forma de amar a tu hijo, el respeto que sientes hacia su ser y como cada decisión está tomada pensando en él en amor.
Gracias a las dos por su maternidad preciosa que me inspira y me acompaña, por su amistad :)