24 de mayo de 2010

Tibuliano va al Museo: "El mundo invisible de René Magritte"

Resulta que el sábado desde muy temprano mi pareja y yo nos levantamos a buena hora, limpiamos la casa, nos pusimos guapos y que nos lanzamos al Palacio de Bellas Artes a ver la exposición de "El mundo invisible de René Magritte". Sinceramente, yo iba más que emocionada, por que este tipo de actividades me recuerdan mucho a mis tiempos Universitarios en los que siempre era así como muy intensa (bueno aún lo soy) para este tipo de cosas, ahora me las tomo más tranquilas, disfrutando por encima y a partir de lo que percibe mi hijo y no precisamente como un estudio profundo en el que desmenuzo hasta el más mínimo detalle.
El surrealismo es una de las corrientes artísticas que más me gustan, por que todo puede significar grandes cosas y nada a la vez. Me encanta crear obras a partir de los sueños de ese mundo tan interno, tan divertido o tan perturbador como nosotros queramos. René Magritte lo retrata a la perfeccion, las pinturas pareceira que tienen mucha vida, como si dentro hubiera personas que también nos ven, desde dentro, con interes. Como ésta pintura "L´Empire des Lumières"


Mi hijo al principio me preguntaba, ¿quién era ese Señor? ¿por qué mi mamá se pone tan loca por ver unos dibujitos? ¿por qué mi papá pregunta qué significará la pintura si yo veo muchas nubes? Bueno, pues aquí empezó el trabajo de explicarle de acuerdo a su edad lo que hacía Magritte, que era un Señor que le gusta mucho dibujar lo que soñaba, que muchas veces soñaba cosas divertidas, o los monstruos que vivían en su mente, a lo cual su respuesta fue: Ahhhhhhhh si! (avionazo). Pero realmente entro emocionado cuando entramos a la sala Lúdica, por que ahí si se podían tocar las cosas, pintar en el pizarrón, armar rompecabezas y pegar papelitos en la pared:
La otra cosa que le gusto fue un tipo performance en el que en un muro proyectaban manzanas, pipas y copos de nieve en la pared, caín así sin más sobre dos paraguas hasta terminar en el piso y desaparecer. Eso le gustó, no quería salirse de la sala por estar agarrando las manzanas imaginarias. Lamentablemente en esas salas hay muchos señores guaruras refunfuñones que no dejan tomar fotos. Pero si tengo más de la sala Lúdica:

***


Las pinturas que más nos gustaron a mi hijo y a mi:


Y por supuesto no puede faltar ésta tan famosa:

Me hubiera gustado ponerme bien intelectualosa y decirle a mi hijo: "esa no es una pipa", es el dibujo de una pipa, pero estaba tan entrado jugando con los proyectores y tratando de pescar las manzanas que mejor lo deje disfrutar esas manifestaciones desde su inocencia, desde su divertida forma de apreciar el mundo. Eso es algo que le he aprendido a mi hijo.
En Internet encontré un breve texto que habla de como explicarles la obra de Magritte a los niños, viene acompañado de una sugerencia de un libro que venden en Amazon, trate de bajarlo por la red peor nomás no lo encontré, si me llego a hacer de él ya se los estaré mostrando. El libro se llama Cena con Magritte y tiene estas maravillosas ilustraciones:


Por último les comparto una frase cébre de René Magritte, "En este mundo hay más regligiones que niños felices "

2 comentarios:

Centro la Milpa dijo...

Que padre experiencia y que chido que te permitiste disfrutarla con tu niño, un abrazo.

Vanyvalu dijo...

Padrísimo B!
Qué maravilla que fuiste y te sumergiste en ese mundo mágico de Magritte.
Yo tengo un libro en el que vienen muchas de sus pinturas y en ocasiones se lo muestro a mi hijo, pero nada como verlas en vivo y eso de la sala lúdica de verdad se antoja!